‘Solo el comienzo’: Ley Brandon destinada a reducir el estigma para los miembros militares que buscan ayuda de salud mental

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Por Adriana Gonzalez-Chavez
Cronkite Noticias

PEORIA – La montaña que se encuentra a solo unos pasos del patio trasero de Teri y Patrick Caserta fue el lugar favorito de su hijo Brandon. Hoy en día, una estatua de un ángel mira a la cima, marcando el lugar donde sus cenizas fueron esparcidas.

Hace cuatro años, el suboficial de tercera clase de la Marina, de 21 años, se suicidó en la línea de vuelo de la Estación Naval Norfolk, en Virginia. Sus padres y amigos descubrieron más tarde notas que describen novatadas e intimidación por parte de algunos miembros y líderes de su escuadrón de helicópteros.

La tragedia llevó a los Caserta a presionar al Congreso para que amplíen los servicios de salud mental a los militares. Esa propuesta, nombrada por su único hijo, forma parte de la nueva Ley de Autorización de Defensa Nacional.

“No queremos que nadie pase por lo que nosotros pasamos, y sin duda queremos ayudar a los que están pasando por lo que pasó Brandon,” dijo Teri Caserta. “Sirven a nuestro país. Se ofrecieron voluntariamente … ¿Y son tratados así? Deberían ser puestos sobre un pedestal”.

A principios de abril, los Caserta se unieron con el Senador Mark Kelly, D-Ariz, miembros del ROTC de Arizona State University y representantes del Centro de Veteranos Pat Tillman de ASU para una discusión de panel sobre el Brandon Act, que se convirtió en ley como parte de la medida de defensa más amplia en diciembre.

Requiere una evaluación de salud mental para los miembros del servicio que autoinforme una necesidad y permite a los miembros buscar ayuda fuera de la cadena de mando para que los casos sean confidenciales. La medida también exige que el Departamento de Defensa suministre entrenamiento anual sobre cómo reconocer cuándo los miembros pueden necesitar una evaluación de salud mental.

“Esta ley está diseñada para proteger a los miembros del servicio que sufren emergencias de salud mental al requerir – exigir – que el Departamento de Defensa cree un proceso y reduzca el estigma… Un proceso que también proteja la confidencialidad”, dijo Kelly, un ex piloto de combate que sirvió en la Marina durante 25 años y defendió el acto después de escuchar la historia de Brandon.

“Este es solo el comienzo”.

Una epidemia que empeora

Las tasas de suicidio han aumentado entre los miembros militares y los veteranos por igual. Un informe anual del DOD, publicado en septiembre, mostró que las tasas de los miembros del servicio activo por sí solos pasaron de 20.3 suicidios por 100.000 miembros en 2015 a 28.7 en 2020, con aumentos en todas las ramas militares. Esto se compara con una tasa nacional de suicidios de 13.5 en 2020.

El año pasado, 580 miembros del servicio murieron por suicido – 384 miembros en servicio activo, 77 reservistas y 119 miembros de la Guardia Nacional. Los miembros militares que se quitan la vida son en su mayoría hombres menores de 30 años.

El reporte del DOD cita un número de factores de riesgo, incluidos los problemas de relación y finanzas, métodos de afrontamiento ineficaces, acceso a medios letales de lesión y renuencia a buscar ayuda.

La USO, una organización sin fines de lucro que apoya a los miembros militares y a sus familias, nota que para los miembros del servicio activo, “hay una capa adicional de factores estresantes potenciales, además de los altibajos regulares de la vida que los pone a riesgo.”

Sin embargo, muchos que pueden necesitar ayuda no la están recibiendo.

La investigación militar encontró que hasta el 70 % de los miembros del servicio con síntomas de salud mental no buscan tratamiento, y el 35 % ha informado que les preocupa buscar ayuda y que tenga un impacto negativo en sus carreras.

Brando Caserta si tuvo ayuda. Simplemente no fue suficiente.

La familia Caserta invitó a Cronkite Noticias a su casa para hablar más sobre la experiencia militar de Brandon y el hijo que adoraban.

Al entrar en el viejo cuarto de Brandon, inmediatamente se hace evidente lo mucho que le gustaba construir, desde los conjuntos de Lego que hizo con su padre hasta las figuras metálicas del tamaño de una mano que construía a medida que crecía.

Patrick Caserta recordó la pasión que Brandon tenía por construir cualquier cosa con sus manos. Usando un conjunto de pinzas y creatividad, Brandon construyó personajes de Star Wars como BB-8.

“Podría ver las cosas de manera diferente, y siempre encontró maneras de hacer las cosas más fáciles y mejores”, lo que, dijo Patrick, hizo que Brandon encajar para la

En 2015, se unió a la Marina con el sueño de convertirse en UN SEAL, la fuerza de operaciones especiales que forma parte del Comando Naval de Guerra Especial. Pero un año más tarde, una pierna quebrada lo obligó a abandonar el entrenamiento, reclasificarse como electricista de aviación y trasladarse a Norfolk, adjunto al Escuadrón de Helicópteros de Combate Marítimo 28.

“Desde el primer día que llegó allí”, Teri Caserta dijo a la audiencia en el evento de ASU, “ellos los llaman un “BUD/s dud”. BUD/S es la abreviatura de Demolición Submarina Básica/SEAL entrenamiento. “Fue intimidado y acosado, tomaron represalias contra él. Pidió ayuda muchas veces. Le dijeron que tenía que aguantarse y que estaba bien.”.

Una investigación mostró más tarde que Brandon había sido recomendado para revisión disciplinaria debido a una cuestión sobre una licencia de conducir y su oficial principal de menores había creado un ambiente de trabajo hostil al ser beligerante. En un momento dado, según un informe de investigación militar, un amigo llevó a Brandon al capellán para que le ayudara con la depresión.

Antes de su muerte, según el informe, Brandon envió un correo electrónico a otros dos, que estaban desplegados en ese momento, preguntando “cuál era el significado de la vida”.

Murió poco después de eso, el 25 de junio de 2008.

‘Ojalá tuviéramos una varita mágica’

Cuando los Caserta comenzaron a presionar por el cambio, crearon una página en Facebook sobre su hijo y la legislación que él inspiró. Incluso hoy, Teri recibe regularmente mensajes de familiares de otros miembros del servicio que están luchando. Ella hace lo que puede para ayudar.

“Solo me acerco y les pregunto: ‘¿Qué puedo hacer por ustedes?’ Y, por supuesto, tengo que contar la historia de Brandon”, ella dijo. “Entonces, sí, han pasado casi cuatro años que eso es lo que hemos estado haciendo”.

“No tenemos una varita mágica, y no les estamos diciendo nada que probablemente no deberían saber ya”, dijo Patrick, quien pasó 22 años en la Marina. “Pero el hecho de que respondamos y nos preocupemos, eso tiene mucho peso para las personas”.

“Ojalá tuviéramos una varita mágica. No es asi”.

En su informe anual, el Departamento de Defensa dijo que había tomado medidas para enfrentar el asunto del suicidio en las tropas. La agencia está poniendo a prueba un programa en el cual los miembros del servicio completan un chequeo anual de bienestar con un consejero entrenado, y está expandiendo otro esfuerzo dirigido a reducir el estigma y las barreras en la búsqueda de ayuda.

La agencia tambien añadió prevención de suicidio a su entrenamiento de seguridad de armas de fuego y dice que está trabajando con miembros jóvenes para mejorar habilidades de resolución de problemas y afrontamiento.

“Nuestros esfuerzos deben dirigirse a los muchos aspectos de la vida que afectan al suicidio”, dijo Karin Orvis, directora de la Oficina de Prevención del Suicidio de Defensa, en una declaración que acompaña el informe del DOD en septiembre. “El departamento está comprometido a implementar un enfoque integral de salud pública para la prevención del suicidio y está proporcionando recursos personalizados para mitigar los impactos de la pandemia de COVID-19.

“Hay mucho más trabajo por delante”, dijo Orvis, “y no cejaremos en nuestros esfuerzos por brindar la atención y el apoyo que nuestros miembros del servicio y sus familias necesitan y merecen”.

Kelly dijo que los militares deben encontrar una manera de cambiar el rumbo: “Un país con un ejército tan fuerte … No podemos seguir fallando a nuestros miembros del servicio de esta manera”.

Los Caserta están agradecidos de que se haya logrado algún progreso a través de la aprobación del Brandon Act, y de que hayan podido honrar a su hijo con sus esfuerzos.

“Hemos sido capaces de que su legado perdurara gracias al Brandon Act. Y está salvando vidas”, dijo Patrick mientras miraba una foto de Brandon en la sala de estar. “Y esa sonrisa ahí siempre nos sonríe”…

“Nosotros sabemos que él está contento con lo que estamos haciendo… Y no hemos terminado”.

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Fotos de Brandon Caserta decoran la casa de sus padres, Teri y Patrick, en Peoria. Después de que su hijo muriera por suicidio en la Marina, la pareja presionó al Congreso para que se legislara para ampliar los servicios de salud mental a los miembros de las fuerzas armadas. (Foto por Madeline Bautista/Cronkite Noticias)
La habitación de Brandon Caserta se quedó como estaba, excepto por algunos regalos dispuestos sobre su cama. Entre ellos hay una placa del grupo Tribute to Fallen Soldiers. En 2018, el suboficial de tercera clase de la Armada de 21 años se suicidó. Más tarde, sus padres descubrieron notas que describen novatadas e intimidación por parte de algunos miembros de su escuadrón. (Foto por Madeline Bautista/Cronkite Noticias)
Patrick Caserta, hablando, y su esposa, Teri, a la izquierda, dijeron que esperan que la aprobación de la Ley Brandon pueda evitar a otros padres el dolor que sufrieron cuando su hijo murió por suicidio mientras servía en la Marina. (Foto de archivo de Brooke Newman/Cronkite Noticias)