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Por Prince James Story
PHOENIX – Más de cuatro de cada diez personas en los EE.UU viven en vecindarios con aire contaminado y el problema afecta a las personas de color en un grado mucho mayor.
En un vecindario del oeste de Phoenix, varias mamás latinas se unieron para ayudar a sus hijos. Se enfocaron en los autobuses escolares de diésel en los que viajan sus hijos todos los días y que contaminan el aire.
“Todo empezó porqué todos queremos aire limpio”, dijo Ana Loaiza-Compean, una líder de Chispa Arizona, una organización que trabaja para generar un cambio ambiental en las comunidades latinx.
Años en la fabricación, los esfuerzos de las madres por fin vieron una victoria este verano, cuando el distrito escolar Cartwright en Maryvale presentó un autobús escolar eléctrico. El vehículo cuenta con 84 asientos -promocionado como el autobús escolar eléctrico más grande del estado- fue comprado con una propuesta de fianza que las mamás ayudaron a lograr.
“Muchos de nuestros miembros son personas que tienen hijos con asma”, dijo Dulce Juárez, codirectora de Chispa quien empezó luchando por la justicia social como Dreamer de parte de los jóvenes inmigrantes. “Les importa respirar aire limpio”.
“Yo soy una mamá, tengo una hija de cuatro años. Quiere que ella respire aire limpio”.
Las luchas de un hijo
Loaiza-Compean, madre de dos hijos y una hija, es una de las mamás que trabajan en el proyecto. Sus hijos crecieron juntos padeciendo de asma. Mientras el mayor se ha recuperado, el menor Alex de 12 años sigue sufriendo de la enfermedad que afecta a más de 6 millones de niños y jóvenes menores de 18 años.
“Yo pienso que él va ser asmático para toda la vida”, dijo ella. “Sus síntomas son peores que los de sus hermanos. Su garganta se le cierra, entonces tiene que estar en esteroides constantes durante la mayoría del año. Si hace mucho ejercicio, sus pulmones no los aguanta. Ha sido una lucha, por decir los menos”.
Porque la contaminación del aire agrava el asma, Loaiza-Compean tiene una aplicación en su teléfono para monitorear los niveles de calidad del aire todos los días. En los días donde la aplicación enseña el color verde, Alex puede ir fuera y participar en actividades regulares. Pero si la aplicación enseña el color rojo, ella trata de mantenerlo adentro y se asegura que su medicación de alergias e inhalador estén a mano.
Los días que está enfermo, ella usa un nebulizador para que la medicación llegue a sus pulmones más rápidamente.
“Es como una guerra”, dijo. “Tengo que tener todo preparado para ir a la guerra en las próximas tres o cuatro semanas, porque ese es el tiempo que tarda en desaparecer la tos y en que sus pulmones finalmente dejen de estar irritados para que pueda tener una vida casi normal”.
En el 2019, antes de que la pandemia condujera al aprendizaje virtual, Alex permaneció 30 días en la escuela – más que de los 10 permitidos. Loaiza-Compean tuvo que obtener documentación de su doctor para que las ausencias fueran excusadas.
Ahora, ella trabaja y da clases a Alex en casa.
“Afecta a todos”, dijo. “Afecta tu presupuesto. Afecta tu estado emocional”.
“La salud de Alex siempre es un gran problema para todos”.
Una pandemia que avanza lentamente
Ananya Roy es una epidemiologia ambiental con el Fondo de Defensa Ambiental quien especializa en los efectos de salud de la contaminación del aire, y aboga por estándares más estrictos de contaminación del aire y ozono, especialmente en las comunidades de color.
Ella misma sufre de asma y dijo que la contaminación del aire “es una de las mayores amenazas ambientales para la salud en la actualidad”, y luego recitó una serie de estadísticas asombrosas: “Globalmente resulta en 6 millones de muertes por año y se ocurre año tras año. Entonces es casi como una pandemia que avanza lentamente”.
“También resulta en una enorme carga en términos de asma”, dijo. Señaló que hasta 33 millones de visitas a la sala de emergencia con el asma en todo el mundo, se puede atribuir a la contaminación del aire.
“Y mientras tu piensas que los EE.UU. es más limpio, aproximadamente 100,000 de muertes son atribuidas a la contaminación del aire, y casi 10 a 20 por ciento de las visitas (a sala de emergencia) en el país son debido al hollín y esmog”.
La Asociación Americana de Pulmón da un informe anual “State of Air” que clasifica a los estados, ciudades y países por la calidad del aire. En todo EE.UU., casi 135 millones de personas viven en lugares con aire insalubre y las personas de color tiene mas de tres veces la probabilidad de respirar mal aire, segun el informe de 2021.
El área de Phoenix está entre las ciudades más contaminadas en la nación, el reportaje dice, en el quinto lugar para contaminación por ozono, octavo para contaminación por partículas durante todo el año y decimotercera en contaminación por partículas a corto plazo.
Roy noto que la contaminación en general ya va para abajo, pero en las comunidades más ricas que en las comunidades marginalizadas.
“Por eso, realmente es necesario que existan soluciones específicas que busquen reducir las emisiones y la contaminación del aire en estas comunidades”. dijo.
Un pequeño paso
El distrito escolar Cartwart está en Maryvale, hogar de 225,000 residentes, el 76 por ciento quienes son hispanos. El ingreso familiar promedio es de menos de $50,000 anuales y casi el 40 por ciento de los niños menores de 12 años viven en la pobreza, según el estado.
Para ayudar a esta comunidad que a menudo se pasa por alto, Juárez dijo que los defensores trabajaron tres años para lograr un autobús eléctrico para Cartwright.
Una organizadora de Chispa Arizona empezó a asistir a las reuniones escolares y conectarse con miembros de la comunidad. Su meta fue plantear la idea que agregar un autobús eléctrico a su flota de 31 autobuses combustibles podría ayudar a reducir la contaminación. El grupo ganó el apoyo del superintendente y, eventualmente, de la propia la mesa directiva.
“Hicimos un caso: Tu tienes hijos. Están respirando horriblemente el aire contaminado de los humos de los autobuses, y necesitamos autobuses escolares eléctricos. ¿Estarías dispuesto a conseguir uno solo para probar uno?’” dijo Juárez.
Con la bendición de la mesa, Chispa Arizona organizó un viaje con el director de transporte de Cartwright al Distrito Escolar Twin Rivers en las afueras de Sacramento, California. En 2017, Twin Rivers fue el primer distrito del país en implementar autobuses escolares eléctricos de cero emisiones. Su flota cuenta ahora con 40 autobuses eléctricos y 37 autobuses de gas natural comprimido.
El director de transporte empezó a aplicar subvenciones para pagar un autobús, pero pronto se dio cuenta de que se necesitaría más infraestructura, primero una estación de carga. Entonces, Chispa Arizona ayudó en promover una propuesta de bonos de $60 millones en noviembre de 2020 para el autobús y otra infraestructura escolar.
El otoño pasado, un grupo de diez mamás, incluso Loaiza-Compean, lanzaron una campaña por teléfono para sacar los votantes.
La hija mayor de Erika Cortéz también hizo llamadas.
“Les dije a todas las mamás que yo sabía, ‘Unamos al grupo, demostremos nuestro apoyo’ … Estas madres invitaban a otras mamás y ellas invitaban a otras, así que crecimos”, dijo Cortéz.
“Muchos de los tiempos, nos fijamos en el medio ambiente, el lugar donde vivimos, el océano y las plantas, y nosotros pensamos que siempre va a estar ahí y que todo estará bien. No nos preocupamos por cuidarlo para que pueda permanecer ahí para las generaciones futuras “.
“Pienso que es extremadamente importante estar al tanto ahora”.
Hay aproximadamente 480,000 autobuses escolares en los EE.UU. y menos del 1 por ciento son eléctricos, según el Instituto de Recursos Mundiales, un grupo de defensa ambiental sin fines de lucro con sede en Washington, D.C.
La transición a autobuses pudiera reducir las emisiones de gases del efecto invernadero en 5.3 millones de toneladas al año, según un informe del Grupo de Investigación de Interés Público de EE.UU.
Las partículas de los vehículos diésel tiene efectos adversos en todos, pero especialmente en los niños con asma, dijo Will Humble, director ejecutivo de la Asociación de Salud Pública de Arizona.
Un problema con los autobuses diésel en particular, dijo Humble, es el motor radiante que ocurre cuando los vehículos están en las paradas de autobuses o en espera que los niños suban y bajen.
“Significa que esos niños … están sentados en un entorno diésel donde el escape diésel simplemente se está acumulando” dijo.
Reemplazar viejos autobuses ha sido la meta nacional. La Agencia de Protección Ambiental tiene una página web dedicada al tema, y señala que los estudiantes generalmente viajan en autobús entre 30 minutos y dos horas al día.
La agencia dice que los autobuses construidos antes de 1998 deben ser una alta prioridad para el reemplazo, y alienta las restricciones sobre el ralentí, el reemplazo de motores y combustibles más limpios para ayudar a reducir aún más las emisiones en los modelos más nuevos.
En el distrito de Cartwright, esa transición comenzó el 30 de junio cuando los funcionarios realizaron un evento para mostrar su autobús eléctrico, fabricado por Blue Bird Corp., con sede en Georgia.
Hoy, Chispa Arizona continúa la campaña por más vehículos eléctricos en todo el estado, así como más árboles y sombra para ayudar a combatir las islas de calor urbano.
“Siempre nos preguntamos, ‘¿Qué puedo hacer por la Madre Tierra?’ o ‘¿Qué puedo hacer realmente para que las cosas sucedan?’ Con Chispa, realmente encontré una manera”, dijo Loaiza-Compean.
“Si te preocupas por tu futuro, si te preocupas por tu futuro, si te preocupas por los niños, si solo te preocupas por estar vivo: involúcrate. Toma acción”, dijo Juárez.
Esta historia es posible gracias a una asociación entre la Escuela de Periodismo Walter Cronkite de ASU y The Difference Engine, un centro universitario enfocado en combatir la desigualdad.
Ian García de Cronkite News contribuyó a este reporte.
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