Nombre: CN-SoñadoresAZ. 860 palabras. Por Karina Espinoza.
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PHOENIX – La propuesta conocida como Dream and Promise Act que abriría una puerta hacia la ciudadanía para los “soñadores” y aquellos bajo el Programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) ha estado en la mira desde que entró la nueva administración.
Rosaura Carrillo es una de los seiscientos mil beneficiarios del programa de Acción Diferida (DACA) que viven en los Estados Unidos. El programa protege de la deportación a personas indocumentadas que fueron traídas al país cuando eran menores de edad. Para Carrillo la propuesta es un paso en la dirección correcta, considerando el tiempo que lleva viviendo en el país y las contribuciones a las que ha formado parte.
“Ojalá se apruebe y proporcione un camino hacia la ciudadanía para todos”, dijo Carrillo. “Haría una gran diferencia, toda mi vida fui indocumentada. Tenía 18 años cuando obtuve DACA, pero uno siempre se siente en una situación incierta”.
En una declaración, el presidente Biden dijo que el proyecto de ley Dream and Promise Act es un primer paso fundamental para reformar el sistema de inmigración y brindará el alivio que tanto necesitan los beneficiarios de DACA y personas bajo TPS.
“En cada generación, Estados Unidos se ha enriquecido y fortalecido con las olas de nuevos inmigrantes”, recalcó en una declaración el presidente Biden. “Son parte de nuestro tejido nacional y hacen contribuciones vitales a las comunidades de todo el país todos los días”.
En el caso de Carrillo, ella tenía tan solo cinco años cuando llegó a los Estados Unidos. Su familia dejó su tierra natal Morelia, Michoacán México para brindarle un futuro mejor; algo que ella dijo que ha podido demostrar con su educación cuando asistió a Grand Canyon University en Phoenix.
“Yo fui la primera en graduarme de la universidad de mi familia en diciembre de 2019 y obtuve un bachillerato en contabilidad y administración de negocios”, dijo Carrillo. “Para nuestra familia fue algo muy grande”.
Carrillo dijo que sus padres sienten un gran alivio al verla superarse y que saben que tomaron la decisión correcta de migrar a los Estados Unidos. Ella pudo lograr sus metas pero recuerda que el camino no fue nada fácil cuando trató de obtener becas para pagar la universidad. Su estatus como estudiante con DACA la limitó a llenar los requisitos para muchas becas de las que ella estaba segura podía obtener, si fuera ciudadana.
“Fue realmente decepcionante porque yo sabía que tenía toda la elegibilidad, todos los requisitos y había hecho todo el trabajo”, dijo Carrillo. “Pero aún así eso no importaba, solo porque no era una ciudadana”.
Con la propuesta conocida como Dream and Promise Act, Carrillo sabe que la fe de muchos estudiantes soñadores que buscan obtener una educación universitaria puede cambiar.
Ruben Reyes un abogado de inmigración dijo que esta propuesta puede beneficiar a los 2.3 millones de soñadores y a las más de cuatrocientas mil personas con TPS que viven en los Estados Unidos.
“Esto permitiría a las personas no solo legalizar su estatus, sino que también podrá darle la capacidad de participar en actividades que tienen otros residentes, que es salir del país por períodos cortos y tener un camino hacia la ciudadanía”, dijo Reyes.
El jueves 18 de marzo la votación de esta propuesta en la Cámara de Representantes fue de 228-197 votos y se trasladó al Senado. En el año 2010 este mismo proyecto de ley estuvo más cerca de convertirse en ley cuando fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero quedó a solo cinco votos de los 60 necesarios para proceder al Senado.
Reyna Montoya, fundadora de Aliento una organización que aboga por los soñadores y las personas indocumentadas, dijo que hoy tiene más esperanza que en 2010 cuando ella apenas estaba saliendo de las sombras como indocumentada.
“Ahora cuando hablamos del Dream Act, o hablamos de ‘dreamers’ casi todo el mundo sabe porque somos sus maestros o somos sus compañeros en la escuela o a lo mejor conocen algún pariente que esté en estas circunstancias”, dijo Montoya.
El sueño de Carrillo es poder crear una organización sin fines de lucro que le provea recursos a estudiantes indocumentados para poder asistir a la universidad. Como testigo de primera mano, ella sabe lo que es vivir con la preocupación de obtener una educación universitaria.
Carrillo fue aceptada en la Universidad de Pennsylvania para estudiar su maestría, algo de lo que está orgullosa porque quiere seguir luchando por su comunidad y demostrar que es un ejemplo de los soñadores que contribuyen para el bien del país. Ella quiere ser optimista de la decisión que se tome sobre la propuesta.
“Si pasa sería histórico, sería muy bueno para nuestra comunidad”, dijo Carrillo .
Carrillo también piensa que esta propuesta está “muy retrasada” pero si es aprobada, dijo que la lucha continúa para los 11.4 millones de indocumentados que no entran bajo esta propuesta de ley.
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