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Por Olivia Munson
Cronkite Noticias
PHOENIX – Los crímenes de odio en Arizona en 2020 fueron los más altos reportados desde 2001 desde ataques del 11 de septiembre, según nuevas estadísticas del FBI. Expertos dicen que probablemente muchos más crímenes de odio no fueron denunciados.
Según el Informe Uniform Crime Report del FBI, Arizona registró 282 delitos de odio en 2020, una tendencia que va en ascenso constante desde 2019 y que registra uno de los índices más altos en los últimos 30 años. A nivel nacional, los delitos de odio aumentaron de 7287 en 2019 a 8263 en 2020, según los datos.
El reporte de datos es voluntario por parte de los cuerpos policiacos. Son las últimas cifras disponibles a medida que el FBI recopila estadísticas del año anterior.
El aumento en 2020 se produjo en paralelo con un auge en las divisiones políticas y raciales en los Estados Unidos, con profundos conflictos sobre temas como la inmigración, el maltrato policial a las personas de color y la pandemia de COVID-19.
“Desafortunadamente, cuando etiquetamos a los grupos algunas personas lo toman como un permiso para salir y cometer un crimen de odio”, dijo Jack McDevitt, director del Instituto de Raza y Justicia de la Universidad Northeastern.
En otra tendencia alarmante, un menor número de departamentos de policía presentaron datos sobre delitos de odio al sistema de informes del FBI o reportaron que el número de delitos fue de cero, lo que llevó a muchos a pensar que las cifras de 2020 no muestran una imagen completa del problema.
De las 125 agencias del orden en Arizona, solo 81 enviaron datos al sistema de informes del FBI. El informe de 2019 se basó en datos de 92 agencias.
En 2020, 15,138 de 18,625 agencias de aplicación de la ley en todo el país presentaron datos, en comparación con 15,772 de 18,674 en 2019.
“La gran mayoría de las agencias en todo el país … informan afirmativamente al FBI que no tuvieron ningún crimen de odio en 2020”, dijo Michael Lieberman, asesor principal de políticas del Southern Poverty Law Center. “Solamente 2.389 de los 15.138 denunciaron uno o más delitos de odio, por lo que obviamente las cifras son incompletas”.
El FBI define un crimen de odio como “un delito motivado, en su totalidad o en parte, por prejuicio del delincuente contra una raza, religión, discapacidad, orientación sexual, etnia, género o identidad de género”.
En Arizona, los delitos motivados por la raza, la etnia y la ascendencia constituyeron la mayoría de los delitos de odio en 2020, lo que representa 198 de los 282 incidentes denunciados. De los crímenes de odio cometidos por motivos raciales, fueron reportados en su mayoría por afroamericanos, representando 114 del total de 198.
El segundo delito con mayor número de reportes fue el cometido contra hispanos o latinos, con 31, seguido por los blancos, con 29. Carlos Galindo-Elvira, director de participación comunitaria y asociaciones de Chicanos por la Causa, calificó estas cifras como alarmantes y dijo que “solo un crimen de odio es excesivo”.
“Los crímenes de odio son crímenes de mensajes”, dijo. “Si bien puede haber una víctima o víctimas del crimen, es un mensaje claro para el resto de la comunidad: ‘No te quieren aquí’, ‘No nos gusta tu tipo’. Eso tiene que ser aterrador para el individuo” pero también para la comunidad en general”.
El sesgo religioso fue la segunda razón más frecuente de delitos de odio en Arizona, con 36 (13 %). Marc Krell, director regional asociado de la Liga Anti-Difamación de Arizona, dijo que la retórica en los niveles políticos estatales y locales ha aumentado el odio. En septiembre, la senadora estatal Kelly Townsend, republicana por Mesa, comparó las vacunas COVID-19 con el Holocausto y tuiteó una imagen de agujas en forma de esvástica.
“Este es un ejemplo de personas que tienen una plataforma”, dijo Krell. “Cuando vemos este tipo de mensajes que salen de la boca de los funcionarios, es muy preocupante porque da un ejemplo a la gente de que esto está bien”.
La orientación sexual se mantuvo como la tercera razón más frecuente de delitos de odio, con 33 en Arizona en el año 2020. El cuarto lugar fueron los delitos contra hombres homosexuales, con 25.
A nivel nacional, los delitos de odio contra los asiáticos aumentaron a 279 en 2020, frente a 161 en 2019. Esto se produce a raíz de la retórica anti-asiática en torno a la pandemia de COVID-19, incluido el discurso del expresidente Donald Trump refiriéndose al virus como “gripa kung fu” y “virus Wuhan”. En Arizona, se informaron 4 delitos de odio contra asiáticos en 2020, frente a 1 en 2019.
Pero estas estadísticas no muestran una imagen completa de la cantidad real de delitos de odio que ocurren en el país, dicen defensores y expertos.
“Es difícil saber el alcance del recuento incompleto”, dijo McDevitt.
En algunos casos, las víctimas no denuncian. Lieberman dijo que hay muchas razones por las que las personas no denuncian, entre ellas el miedo a la policía, las barreras del idioma, el estatus de la documentación y las personas LGBTQ + que no viven abiertamente.
Galindo-Elvira dijo que es posible que algunas víctimas no reconozcan que el crimen cometido en su contra fue un crimen de odio. Y en otros casos, dijo McDevitt, se produce un comportamiento de odio, sin embargo, la policía no lo considera un delito.
“A veces pensamos en cosas que son hirientes y nos gustaría denunciarlas, pero no califican como delitos”, dijo.
Lieberman dijo que alrededor de 70 ciudades con poblaciones de más de 100,000, incluida Tucson, no reportaron sus cifras de crimen de odio o reportaron que había ninguno. El Departamento del Sheriff del condado Pima reportó 26 delitos de odio el año pasado.
Los oficiales de policía de Tucson no respondieron cuando se les preguntó sobre los crímenes de odio en 2020. Esta es la primera vez desde 2007 que la ciudad no reportó ningún crimen de odio; en 2019, la policía de Tucson reportó 16.
En 2020, Phoenix tuvo la mayor cantidad de delitos de odio denunciados en el estado, con 187, contra 151 de 2019. Glendale, Chandler y Gilbert reportaron varios incidentes cada uno.
“La seguridad de nuestra comunidad es la máxima prioridad para el Departamento de Policía de Phoenix, y tenemos un equipo de detectives dedicados a investigar delitos motivados por prejuicios”, dijo la portavoz de la policía, Ann Justus, en un correo electrónico. “Conocemos los datos de la (FBI) y evaluamos constantemente las tendencias delictivas en un esfuerzo por disminuir la victimización de los miembros de nuestra comunidad”.
Para disminuir los crímenes de odio a nivel nacional y en Arizona, dijeron defensores y según los expertos, se necesita hacer más para educar al público y brindar apoyo a las víctimas.
“El miedo es lo que motiva a las personas que cometen delitos de odio”, dijo Galindo-Elvira, “pero el miedo también les impide a las personas denunciar”.
Galindo-Elvira dijo que Chicanos por la Causa busca ayudar a las víctimas al manifestarse en contra el odio y apoyar a las víctimas en momentos de necesidad.
Los líderes locales y los funcionarios gubernamentales de todo el estado deben pronunciarse contra del odio e insistir en que no está normalizado, dijo, “porque cuando se guarda silencio, se da la oportunidad de que se piense que se está otorgando un permiso.”
“Nos atañe a todos arrojar luz contra el odio, el antisemitismo, la islamofobia y la retórica anti-LGBTQ para asegurarnos de tener una sociedad que acepte a todos y abrace la diversidad”, dijo.
McDevitt hizo eco de sentimientos similares y agregó que “la diversidad en nuestras comunidades nos fortalece, no nos hace más débiles”.
“Como sociedad, tenemos que entender que los crímenes de odio pueden destrozarnos”, dijo. ”Si no los tomamos en serio y no reaccionamos de manera positiva, nuestras comunidades se van a desmoronar”.
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