Nombre: CN-Yuma-Covid. 700 palabras. Por Adrian Delgado.
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YUMA – Los rayos resplandecientes del sol se reflejan en los colores brillantes de los cultivos de lechuga. Decenas de trabajadores –en su mayoría de origen mexicano– laboran arduamente en medio de la pandemia del COVID-19 mientras escuchan música regional Mexicana.
Cuando los trabajadores toman un momento para limpiarse el sudor de sus rostros cubiertos con una mascarilla, pueden ver el muro a lo largo de la frontera con México. Pero un momento después ponen atención a los manojos de lechuga suiza con colores del arcoíris.
Desde que inició la pandemia COVID-19 hace un año, se necesita más tiempo para despejar el campo. Donde antes habían 25 trabajadores, ahora hay 15 para de esta forma crear el distanciamiento social. Algunas compañías agricultoras han añadido, además de los cubre bocas, controles diarios de temperatura, presión arterial y rastreo de contactos después de brotes.
Más de medio millón de trabajadores agrícolas habían dado positivo al COVID-19 en los Estados Unidos a partir del 10 de marzo, según el Índice de Vulnerabilidad Alimentaria y Agrícola de la Universidad de Purdue. Cerca de 8,000 de esos casos fueron en Arizona,
Teresa de Jesús Rodríguez trabaja en uno de los campos de cultivo de San Luis, Arizona. Ella dijo que entre todos sus compañeros toman las debidas precauciones.
“Si un compañero estornuda, luego nos volteamos”, dijo de Jesús Rodríguez. “Le preguntamos si se siente mal, si le duela la cabeza. Le preguntamos qué más siente y siempre lo aislamos”.
De Jesús Rodríguez dijo que cualquier imperfección del protocolo de salud no es culpa de su empleador.
“Nos instruyen muy bien, nos dicen qué hacer, qué medidas tomar”, dijo. “No sólo nos dejan aquí, nos cuidan bien.”
Pero Evangelina Valdez, otra trabajadora agrícola migrante, no puede dejar su ansiedad.
“Llegamos y ellos toman nuestra presión sanguínea por la mañana”, dijo Valdez. “Dicen que si algo parece mal, no nos dejarán ir a trabajar. Todos los días venimos a trabajar con miedo de que podamos contagiarnos con el virus”.
Los propietarios de los campos de cultivo dijeron que están trabajando para mantener a los trabajadores seguros.
The Growers Co., es una empresa de productos de propiedad familiar de tercera generación en Yuma que se estableció en 1950. Sonny Rodríguez, presidente y director ejecutivo, dijo que la pandemia transformó el enfoque de la compañía hacia la agricultura.
“Fue una de las mayores distracciones que hemos tenido”, dijo. “Examinamos a más de 1.200 personas”.
De los 5,000 empleados, dijo Rodríguez, a finales de 2020 se habían detectado 106 casos de COVID-19.
“Pusimos en cuarentena a mucha gente”, dijo Rodríguez. “Una vez que se diagnostica un caso, la compañía lanza el seguimiento de contactos y realiza pruebas basadas en los resultados del seguimiento de contactos.
La compañía no requiere pruebas, pero permite que cualquier empleado se someta a pruebas tantas veces como quiera bajo un acuerdo con el Centro Regional para la Salud Fronteriza (Border Health) una organización sin fines de lucro que proporciona atención médica y capacitación a los residentes fronterizos.
Amanda Aguirre, presidenta y directora ejecutiva de Border Health, dijo que su organización hizo pruebas de COVID-19 a 97,000 personas en el condado de Yuma.
De Jesús Rodríguez no está preocupada.
“La vacuna es un tema muy fuerte, ya que para mí no siento que sea un gran problema tenerme como una prioridad para eso”, dijo de Jesús Rodríguez. “Algunos de los otros trabajadores agrícolas aquí me han dicho que sí quieren la vacuna, pero que debería ser algo opcional”.
Algunos, entre ellos Valdez, se preocupan por la seguridad de las vacunas.
“Me gustaría recibir la vacuna, pero al mismo tiempo tenemos miedo porque muchos dicen que tiene efectos secundarios”, dijo.
El condado de Yuma tiene miles de trabajadores migrantes que van y vienen de la frontera de San Luis y las áreas circundantes, con un estimado de más de 8,500 trabajadores solo en 2020.
La mayor parte de los trabajadores de campo son migrantes. Cerca de 9,000 visas de trabajadores agrícolas fueron expedidas en Arizona en 2020. La mayoría de los que laboran en Yuma viajan a través de la frontera desde San Luis, Rio Colorado, Sonora, México.
De acuerdo a la Cámara de Comercio de Yuma la agricultura aporta unos 2,500 millones de dólares al año a la economía local.
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